La “self-romanization”: el término “autoromanización” se ha utilizado para indicar romanización en contextos caracterizados por culturas locales evolucionadas. En este caso, el proceso se caracteriza por una “asimilación” más fluida y fácil, generalmente dirigida por las elites locales, integrando las características políticas y culturales romanas.
Especialmente en una primera fase de la romanización, Roma dejó todo en manos de los aristócratas locales y aprovechó las estructuras administrativas y urbanas preexistentes. Para el autor, el Imperio no dejaba de ser una federación heterogénea de pueblos bajo el Estado romano (Quixal Santos, 2015, 1)... para el caso de la Galia (1998 y 2002), de nuevo centrados en las élites; el cambio cultural visto como un proceso de “emulación”, de copia o adopción de determinados rasgos romanos, aunque desde un punto de vista más crítico (Quixal Santos, 2015, 1 de Woolf, 1995). La Meseta de Requena-Utiel (Valencia) entre los siglos II a.C. y II d. C. La Romanización del territorio ibérico de Kelin. (mupreva.org)
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