CaixaForum
LA REPRESENTACIÓN DE LA MUJER
Durante la segunda mitad del siglo XIX, entre lo escritores y artistas que fallecieron a causa de la sífilis se contaba a destacadas figuras como Charles Baudelaire, Jules de Concourt, Guy de Maupassant, Georges Seurat, Henri Toulose-Lautrec y Paul Gaugin. A finales de siglo, esta crisis sanitaria había generado una sistemática y prolífica producción artística y literaria en torno al tema de la prostitución. A medida que las mujeres, en general, adquirían independencia económica y movilidad social, el colectivo dedicado a la prostitución se diversificaba y se volvía más difícil de controlar e identificar. Esta fractura en la forma tradicional de aislar e identificar a las prostitutas no solo incrementó la preocupación de los hombres por las enfermedades de transmisión sexual sino que reflejó además la generalizada inestabilidad que afectaba a Francia después de la caída del Segundo Imperio. A mediados de la década de 1880, la expresión "la femme honnete et l'autre"("la mujer honesta y la otra") se convirtió para los incohérents en una forma jocosa de referirse a la ambigüedad existente entre la apariencia externa de una respetable miembro de la burguesía y su relación clandestina con una prostituta, además de servir como metáfora humorística de lo que consideraban la engañosa hipocresía de la sociedad burguesa en general. Más allá del interés por dibujar prostitutas, la representación de la mujer por parte de los artista de Montmartre va desde los retratos realistas y meditativos en entornos pastorales o interiores domésticos hasta la fantasía y el idealismo simbolista, y del desnudo austero al exótico, todo ello en contraposición a la arraigada definición académica de la belleza y la modestia clásicas.
POÉTICAS DE LA EMOCIÓN. CaixaForum.
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