"En octubre de 1933 Federico Garcia Lorca estaba en Buenos Aires, leyendo una nueva version - la más polémica, dijo - de la famosa conferencia que había pronunciado en 1922, en relación con el Festival del Cante Jondo de Granada. Ante una entusiasta audiencia, hizo una pausa, y dirigió este apóstrofe a su viejo amigo Manuel Torre, cantaor que había muerto unos meses antes:
Manuel: Aquí en la amada Argentina, presento tu voz,
recogida en la dramática luna negra de este gramófono.
Quiero que la escuches, en el inmenso silencio que ahora
te rodea: escucha este tumulto de dálias y besos que coloco
a tus pies, como rey del cante jondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario